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martes, 3 de noviembre de 2020

TIERRA SANTA DE ADORACIÓN - UN REGALO DE DIOS.

 


TIERRA SANTA DE ADORACIÓN - UN REGALO DE DIOS.

    La sede principal de esta devoción se encuentra en Imezi-Olo en Ezeagu L.G.A. la parcela de tierra que asciende a 144 hectáreas fue donada por el pueblo de Imezi-Olo en respuesta a la demanda de nuestro Señor.

    Es pertinente mencionar que, así como la Sangre de Cristo selló el pacto eterno entre Dios y su pueblo, confirmando así que Dios ha dado al hombre todas las gracias necesarias para amar a Dios y a su prójimo, de la misma manera también, la Devoción a la Preciosísima Sangre de Jesucristo sella la profecía del Glorioso Reino de Paz en el mundo, "que en la plenitud de los tiempos, el poder del mal será encadenado y habrá un reino de paz en el mundo". 

    Esto es probablemente lo que el Apóstol Juan registró en el Libro del Apocalipsis: "Entonces vi a un ángel bajar del cielo con la llave del Abismo en su mano y una enorme cadena. Él venció al dragón, esa antigua serpiente que es el Diablo y Satanás, y lo encadenó durante mil años. Lo arrojó al Abismo y cerró la entrada y la selló sobre él para asegurarse de que no volvería a descarriar a las naciones hasta que pasaran los mil años... Vi las almas de todos los decapitados por haber dado testimonio de Jesús y por haber predicado la palabra de Dios y de los que se negaron a adorar a la bestia o a su estatua y no quisieron aceptar su marca en la frente o en las manos; vinieron y reinaron con Cristo durante mil años" (Ap 20, 1-4). Al sellar la profecía del Reino Glorioso, confirma que Dios ha dado al hombre todo lo necesario para lograr la plena manifestación del Reino Glorioso de Paz en el mundo. Una de estas cosas era necesaria para preparar el Glorioso Reinado de Cristo en el Mundo como fue dado por el Cielo al místico Bernabé Nwoye en la Tierra Santa de Adoración y Renovación, Uje, Imezi Olo, en Ezeagu L.G.A., Estado de Enugu.

    Importantemente, había otros verdaderos regalos que nuestro Señor y Maestro tenía que dar para dar a luz efectivamente la Nueva Devoción a su Preciosa Sangre. Él declaró: "Para la perfección de mi trabajo y por el bien de mis pequeños lirios. Te daré (Bernabé) todos los mensajes, instrucciones, directrices y planes de Mi Obra para esta Devoción". Además, sostuvo: "Recuerda que te prometí el 3 de marzo de 2002, que te daré una Tierra de Adoración, incluso si esta gente no libera la tierra. Sí, lo haré. Soy el agonizante Jesucristo que te llamó. Te daré una tierra en ese pueblo que recibirá cien veces más las bendiciones que le di a la que se negaron a liberar. Sí, elegí la tierra de Olo para este gran privilegio. Si me reciben, las bendiciones fluirán como un arroyo en esa tierra para el bien de la humanidad" (Jesús, 31 de octubre de 2003).

    Tal como el profeta Isaías lo describe, "Un Dios fiel, un salvador". San Pablo testifica de su atributo supremo, diciendo, "... Él es siempre fiel..." (2 Tim 2, 13b), así que el 1 de enero de 2004, a las 3:00 p.m., el Buen Señor demostró su gran calidad y nuestra Señora inequívocamente le dio testimonio diciendo, "Sí, me alegro de oír eso: O lo que pasó el 1 de enero de este año, a las 3.00 p.m. - Yo estaba allí. ¿No estabas allí? Respondí: Madre, yo estaba allí. Puede que no estuvieras allí, preguntó. Pero en cuanto a mí y los Santos y los Ángeles, y todo el Cielo, estábamos allí cuando sucedió. Oh, cuando la poderosa Mano de Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo, Un Dios por siempre y para siempre, en unión con la mano de mi Sacerdote, el portador de la agonía de mi Hijo, bendijo la Tierra de la Adoración y la Renovación, y la declaró santa. Yo estaba allí cuando ocurrió. El sol bailaba, las estrellas se alegraban, los árboles y el viento se regocijaban. Vi incluso a los paganos regocijarse, porque una gran cosa había ocurrido en el mundo. Sí, una gran cosa había sucedido en el mundo. En esa Tierra está plantada la semilla de la renovación y de la santidad. Espero que no permitas que se marchite en el monte. Espero que no la destruyas. Espero que no la abandonen con miedo y frialdad. Oh, aunque lo hagas, las aves del cielo no lo harán. Los árboles del Jardín no lo harán. Las piedras de la tierra no lo harán, el arroyo del valle no lo hará. Los Ángeles del Cielo no lo harán. Yo, la Reina del Cielo, y los Santos estamos allí para interceder por el mundo" (Nuestra Señora, 11 de enero de 2004.)

    La Tierra es real, santa y virgen, con todas las características, propiedades y dotaciones potenciales reveladas sobre ella. Por ejemplo, y como el Señor expuso más adelante al místico Bernabé, "Hay un arroyo que brota de las rocas; lo bendeciré para la curación y la liberación. Tendrás la roca de mi agonía en esa tierra. ¡El arroyo de las rocas que bendeciré se llamará Fuente del Calvario! Te mostraré todo cuando estés listo. Para estar listo, debes obedecer primero Mi orden". (Jesús, 8 de diciembre de 2003.)

    Las infraestructuras que se necesitan en la Tierra según las indicaciones del Cielo contribuirán a hacer de la Tierra un Centro Internacional de Peregrinación. "Bernabé", repitió Jesús, "esta es la Tierra que te di a ti y a todos mis hijos. Este es un lugar seguro para Mi Pueblo en los días venideros. Este lugar pronto será una pequeña comunidad que producirá muchos santos. Sí, este lugar es una comunidad de santos. ¡Esta Tierra es santa!" Luego la Virgen añadió: "Escuchad todos vosotros, amantes de Cristo; escuchad todos vosotros, amigos de la Cruz, escuchad la voz de vuestra Madre, la Mujer al pie de la Cruz. Yo soy la Rosa Mística, la Madre de Jesucristo Agonizante. Tu hogar ha nacido en la tierra virgen de África... Sí, la tierra es santa. La Tierra es un hogar. En esta Tierra hay paz, alegría, bendición, curación, liberación, santidad, amor y sobre todo salvación. Les aseguro que esta Tierra será una de las mayores tierras de peregrinación del mundo. Venid y alegraos conmigo todos los habitantes del mundo en esta Tierra virgen de paz" (Nuestra Señora, 28 de marzo de 2004).

    Sin embargo, nuestra Madre Bendita invitó a todos los Hijos de Dios del mundo a ayudar a llevar a cabo el proyecto de la Tierra Santa, como le dijo a Bernabé: "Llama a todos mis hijos del mundo a venir y a tener mis bendiciones". Que el mundo entero ayude a llevar a cabo el proyecto de esta Tierra. Estoy cerca de dispensar las gracias cuando vengas. Los niños, la bendición, la santidad, la curación, la liberación y la paz están flotando en esta tierra. El océano de la Preciosa Sangre de Mi Hijo está ahí para transformarte (Nuestra Señora, 11 de enero de 2004.) Sí, nuestro Señor ya había confirmado estas bendiciones en Su Mensaje a Bernabé: "Bendeciré a todos los que ofrezcan su sudor por este Santo Proyecto. Su sudor por este Santo Proyecto se convertirá en un rocío de bendición. Como un océano que nunca se seca, el sudor de mis siervos, que son los Benefactores de este Proyecto, nunca se secará, sino que se multiplicará. Enriqueceré a los pobres que prueben mi recompensa en esa tierra con la riqueza de la nación. Con mente y cuerpo sanos, recompensaré a todos los que ayuden en este proyecto. La Tierra es Santa". (Jesús, 8 de diciembre de 2003).

 

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