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martes, 3 de noviembre de 2020

APOSTOLADO EN OBRAS…

   

Nuestro Apostolado se compromete con la misión de la escuela y el hospital. 

    Nuestra escuela, el Colegio Internacional de la Preciosa Sangre en Olo, Ezeagu, L.G.A., comenzó en 2012 y se encuentra entre los mejores colegios del país, atrayendo candidatos de diferentes partes del país y más allá. Nuestra escuela proporciona becas a niños de familias pobres. 

    Nuestra misión: Promover la excelencia académica y acercarnos al agonizante Jesús, en estos niños, para que crezcan con una mente y espíritu sanos que los hagan útiles a la sociedad, los posiciona como buenos modelos y los convierte en embajadores de Cristo.

  Nuestra visión: Marcar el ritmo en la excelencia académica y como orgullosos moldeadores de carácter, engendrar en nuestros hijos, buena moral y actitud correcta para la santidad y la construcción de la Nación.

    El Colegio Internacional de la Preciosísima Sangre es una escuela de Misión Católica de género mixto fundada para ofrecer una excelente formación académica, moral y espiritual a los adolescentes de nivel secundario bajo la estricta supervisión de los misioneros del Apostolado de la Preciosísima Sangre, es decir: Los consoladores de Jesucristo agonizante y las Hermanas de los Pequeños Lirios de Cristo.

    El colegio está preparado para restaurar las glorias educativas de los tiempos pasados y revolucionar todo el sector a través del trabajo en equipo de expertos en educación bien seleccionados y probados en el tiempo.

    Ofrecemos consuelo a los padres que puedan tener una doble opinión sobre un ambiente seguro y saludable para acomodar a sus hijos para la formación. El Colegio es totalmente coherente. Los niños encontrarán un verdadero hogar en él.


    Nuestro hospital, que comenzó en 2016, proporciona servicios de salud a los pobres y necesitados. También estamos involucrados en la restauración de la paz en las relaciones humanas rotas. A través de estos medios respondemos a la demanda de nuestro Señor Jesús que en 1995 nos llamó a consolarle y a adorar su Preciosa Sangre.

    Esperamos la satisfacción total de las almas y el retorno del reino de Dios entre los hombres. Vemos el rostro de Jesús en los necesitados, los sedientos, los hambrientos y los no amados y lo consolamos. Con nuestras vidas, señalamos la cruz a todos los hombres; porque no hay otra señal dada para la salvación del hombre que la señal de la cruz. De esta manera, intentamos llevar a muchos a contemplar a Aquel que fue traspasado en la cruz. Esta es la llamada a amar el Amor. Esto es la adoración.

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