Otro jardín crucial que produce tremendos beneficios espirituales en esta Tierra Santa de Adoración y Renovación es el Jardín de Flores. Este Jardín, de acuerdo con las indicaciones del Cielo, debe tener diferentes tipos de flores que mejoren la vida de la meditación. Sí, la meditación es como un lado de una espada de doble filo de perfección que lo llena a uno de poder para ser el guerrero de Dios. Esto es así porque el poder de los guerreros de Dios es Dios mismo.
Oh Dios, ¿Dónde puede uno encontrarte para poseer tu poder si no es en un confinamiento solitario como este Jardín de Flores? Oh, qué exaltante fue, la alabanza que nuestra Señora rindió al Dios de la soledad: "Oh, mis queridos hijos", exclamó, "qué feliz soy hoy al informaros de mi amor por el desierto, por los pájaros del aire, por las flores del Jardín, quiero decir por todas las criaturas amorosas de Dios". Oh, desierto, has dado a mi alma la soledad que más desea. La has llevado de vuelta a su amado esposo que había abandonado cuando ella, mi alma, entró en el mundo del pecado, el mundo de la conmoción. Oh, tranquilo desierto, me encanta quedarme en ti. Oh, feliz soledad, a través de ti he visto el rostro de Aquel que más me ama, mi Dios y mi Salvador. Bendito sea el Dios de la soledad" (Nuestra Señora, 9 de julio de 2002).
El Jardín de Flores de Tierra Santa se encuentra en la parte nororiental de la Tierra, como se va a Imezi-Olo. Está rodeado a ambos lados del principio y el fin por el Jardín de Getsemaní y la primera Estación de la Cruz en un extremo de la esquina un arroyo que fluye durante la temporada de lluvias por otro lado. Este Jardín aún no se ha realizado de acuerdo con la demanda y el estándar del Cielo. Un benefactor que tome este proyecto estará adquiriendo para sí mismo y el linaje una bendición eterna mientras Dios sea Dios.
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