LA FUENTE DEL CALVARIO.

  

     La Fuente del Calvario, a diferencia de otras fuentes o arroyos es un agua curativa, liberadora y vivificante reservada para los hijos del nuevo Israel, tal como Dios le dio al israelita del agua vieja de la roca en tiempos de Moisés (Ex 17,1-7, Núm. 20,1-13). 

    Es el arroyo curativo elegido por nuestro Señor Jesucristo. Ha estado ahí desde el pasado pero fue el 8 de diciembre de 2003 cuando Cristo lo declaró FUENTE DEL CALVARIO después de su bendición, tal como lo ordenó. 

    Hablando de la Fuente, Jesús le dijo al místico, "Bernabé, esta es la Fuente del Calvario. En la cima, montarás el Crucifijo Agonizante. Aquí (señaló el lugar) tendrá la imagen de la Virgen inmaculada, quiero decir la estatua de mi Madre de Lourdes. 

    Este es otro lugar especial en este Jardín. Háganlo. Bernabé, me gustaría que mi sacerdote, tu director espiritual, bendijera este arroyo el próximo tercer Viernes para que el mundo lo use. El Escribirá la oración de la bendición que usará y la guardará para Mi Santa Voluntad. Esta bendición sigue el orden de Mi Plan. Pero recuerda, esta no es la dedicación que te predije. La dedicatoria vendrá el día que montes la Cruz Triunfante y te daré las palabras que usarás". (Jesús, 20 de enero de 2004).

    Los beneficios de esta fuente no pueden ser sobre enfatizados, de hecho nunca se ha sabido que alguien haya pisado la Tierra Santa sin una visita a este arroyo curativo (fuente). Se ha informado que muchas personas se han curado después de beber, rociar, lavar o bañarse con el agua de la fuente. Una mujer fue operada quirúrgicamente por la Santísima Virgen María junto con otros tres santos. Ahora los ciegos pueden ver, los cojos pueden saltar como ciervos y los sordos pueden oír a través de su fiel visita a esta Fuente de Curación.