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miércoles, 4 de noviembre de 2020

ORACIONES DE LA DEVOCIÓN A LA PRECIOSA SANGRE.


        En 1995, exactamente a las 3:00 p.m., la hora de la Divina Misericordia, Nuestro Señor Jesucristo llamó por primera vez a Bernabé Nwoye, un adolescente del poblado de Imezi-Olo, Estado de Enugu, en Nigeria, y le pidió que lo consolara y adorara Su Preciosa Sangre. Dos años después, en una visión el Señor le dio la Coronilla de la Preciosa Sangre y todas las oraciones que la componen. 

        Los mensajes, oraciones, himnos y coros, así como las instrucciones, dados directamente por Nuestro Señor, su Madre María, los ángeles y los santos desde 1997 hasta la fecha constituyen la Devoción de la Preciosa Sangre.

 

La Devoción se compone de lo siguiente:

1.- Misterios de la CoronillaLa Coronilla de la Preciosa Sangre, que se recita inmediatamente después del Rosario de la Santísima Virgen María, consiste en cinco Misterios relacionados con las Cinco Llagas Sagradas de Cristo.

2.- Oraciones de ConsueloLas oraciones de Consuelo dirigidas al Padre Eterno y a su Hijo unigénito constituyen el segundo segmento de esta Devoción. Estas oraciones buscan apaciguar al Padre y al Hijo por la ingratitud del mundo, las blasfemias y negligencias contra su Preciosa Sangre. 

3.- Oraciones de Adoración: En la tercera parte de la devoción, se encuentran siete oraciones que adoran y glorifican a su Preciosa Sangre.

Las oraciones son por toda la Iglesia, su jerarquía: el Papa, Obispos, el Clero y los fieles. Las súplicas invocando la Preciosa Sangre son ofrecidas también por los pecadores empedernidos, las almas del Purgatorio, por los no católicos, por las almas devotas y confiar a la misericordia de Dios los niños abortados, para que todos ellos puedan alcanzar los méritos de su Preciosa Sangre.

4.- Oraciones de Reparación: El cuarto segmento de la Devoción trata de la Reparación. En las Siete Súplicas Angustiosas, nuestro Señor describe los diferentes pecados cometidos en la Iglesia y en el mundo en general, que lo continúan crucificando místicamente. Estos pecados incluyen la negligencia por parte del Clero y de los fieles del Santo Sacrificio de la Misa y los Sacramentos, la falta de pudor que está haciendo que muchos vayan en tropel al Infierno, el materialismo en la Iglesia y en el mundo, el ocultismo, la codicia, la avaricia, y muchos otros.

5.- Oraciones de Intercesión: Además de las cuatro partes principales, hay oraciones claves de intercesión que nuestro Señor ha revelado como las oraciones que Él dijo durante su Pasión y antes de exhalar su último suspiro por nuestra salvación. Incluyen oraciones para vencer a todos los enemigos de la Santa Cruz (el Anticristo y sus seguidores), por el aumento de la fe, la paciencia, por la liberación de maldiciones ancestrales y otras intenciones. 

6.- El Sello: Uno descubrirá, a partir de esta Devoción, el Gran Sello de Dios (el Tabernáculo viviente en nuestros corazones) que los Ángeles colocan en nuestras almas durante la hora del sello. Sin este sello, uno llevará el propio sello del enemigo de 666.

El Gran Sello se renueva luchando constantemente para permanecer en el estado de Gracia Santificante. Simplificado, el Sello es una renovación más decidida del obtenido por cada cristiano en el Bautismo, pero la idea aquí es asegurarlo con mayor asistencia divina contra la contaminación por el pecado.

El sello reimprime y refuerza el carácter imborrable del bautismo sacramental. Es un símbolo espiritual que renueva y reaviva el sacramento de la gracia bautismal. Esta gracia santificante es vida divina en nosotros, supone un Tabernáculo vivo en nuestros corazones, que se obtuvo ya desde la recepción de los sacramentos, es un Don Divino que se ofrece como un tesoro espiritual, sin merecimientos humanos, sin embargo, nos compromete y nos capacita para servir a Dios mediante una participación más viva en la Sagrada Liturgia de la Iglesia. Este signo de la soberanía de Dios, robustece el sello del Señor, el cual el Espíritu  Santo nos ha marcado "para el día de la redención" (Ef 4,30; Ef 1, 13-14; 2 Co 1,21-22).

El cristiano fiel renueva este sello, luchando continuamente por permanecer en estado de Gracia Santificante, y de esta manera, venza la pruebas con la virtud de la fortaleza y su confianza en Dios. La idea aquí, es asegurar el auxilio divino en contra de la corrupción del pecado, sabiendo que este sello, en este caso, no es un sacramento, es solo un sacramental para nuestra vida espiritual.

7.- La Hora de Getsemaní: Finalmente, Nuestro Señor, a través de esta Devoción, está llamando a sus elegidos a observar cada jueves por la noche hasta el viernes (3:00 a.m.) como la Hora de Getsemaní de Oración durante la cual los componentes de esta Devoción deben ser observados en conmemoración de la Agonía del Señor en el Huerto. (Como mínimo una hora entre las 12:00 p.m. y 1:00 a.m.).

Llamado a la Santidad.

La Devoción a la Preciosa Sangre es un llamado diario a la santidad. Al menos la Coronilla (después del Rosario de Nuestra Madre Bendita), las Letanías y la Consagración deben ser recitadas diariamente por un devoto. Esta Devoción es el arma definitiva contra Satanás y los espíritus malignos.

Sobre todo, la Devoción es una forma de vida. El Señor la describe como "el camino seco y desértico" lleno de cruces. Es un recordatorio de que sólo a través de la Cruz puede un alma llegar a la tierra de la felicidad (el Cielo). Cualquier otro camino resultará en el Infierno. Es un llamado santo a los católicos y a todos los cristianos para que vuelvan a la verdadera fe en un mundo corrupto, engañado por Satanás, en el que se predican todo tipo de evangelios que afirman una fe carente de obras,  están siendo predicados aún dentro del Catolicismo. 


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